Al combinar de forma adecuada los distintos protocolos (industriales, de redundancia, SDH, MPLS, ...) y los distintos soportes (Fibra, 4G, Enlaces radio, Onda portadora por tendido eléctrico, ...), se consigue una versatilidad en los sistemas que permiten proporcionar las funcionalidades de capacidad y latencia del canal requeridas en el lugar y forma donde son requeridas.

Permitiendo dimensionar el sistema a las necesidades del cliente y pudiendo, tanto escalar el mismo a futuro, como integrar o ampliar instalaciones de comunicaciones ya existentes.

Para conseguir un sistema de comunicaciones fiable hay dos puntos que son clave. Uno es disponer de fabricantes de confianza que nos aseguren una larga vida útil libre de fallos de los equipos.

El otro es disponer de los mecanismos de redundancia y de alta disponibilidad que nos permitan, ante un fallo inesperado, tanto humano como de un dispositivo, disponer de un camino u equipo de respaldo, que de forma automática y sin intervención, pueda reconfigurar el sistema de comunicaciones en el menor tiempo posible y sin que las operaciones se vean afectadas.

Con sistemas robustos, redundantes y de alta disponibilidad, las comunicaciones nunca serán un problema y se podrán enfocar recursos a las tareas productivas, sacando la mayor rentabilidad a su sistema de control.